En 1972, el arquitecto Simon Nicholson desarrolló la teoría de las partes sueltas. Son materiales susceptibles de recoger, mover, transportar, adaptar, controlar, manipular, cambiar, pegar, usar individual o combinadamente con otros materiales creando así nuevos objetos a través del juego.
Son una herramienta eficaz para proporcionar oportunidades de juego abierto. No hay consignas o instrucciones sobre cómo interactuar con los materiales que están disponibles.
Estimulan el pensamiento creativo, desarrollan la conciencia sensorial y dan la oportunidad a los niños de descubrir y dominar su entorno.
Los niños adquieren autonomía en la exploración y la experimentación. Van evolucionando hacia una flexibilidad mental cada vez mayor, para así resolver problemas más complejos.
“En un ambiente, tanto el grado de inventiva y creatividad como la posibilidad de descubrimiento son directamente proporcionales al número y tipo de variables en él”. Simon Nicholson